Prof. Roxana del Pilar Grados Vargas
¿Qué hay de nuevo, hoy?
Hoy día podemos hablar de la inclusión como derecho de las personas y de cómo la escuela debe centrar su atención en la diversidad como eje central de la construcción de la dignidad. Para ello, proponemos algunas acciones, a manera de recuerdo.
Ante el reto de construir una Escuela para Todos y
Todas, conviene tomar en cuenta a nivel de comunidad educativa, de manera
conjunta, la oportunidad de incursionar en espacios de cambio para la mejora.
Es importante entender que los cambios son concomitantes con el mejoramiento de
las condiciones en las que una persona y/u organización se encuentra.
Esto supone reaccionar ante la diversidad presente y
latente en el contexto. Por ello, es cierto lo que menciona Blanca Guijarro
(2012) “… es un hecho bastante demostrado, por otro lado, que las escuelas que
mejor responden a la diversidad del alumnado, no solo favorecen el adecuado
desarrollo de estos, sino que también son las que más crecen como institución”
Por lo tanto, considerando que un PEI tiene una
connotación de mejora integral en el ámbito institucional interno y externo y
siendo la diversidad un imperativo, la que ha de tornarse en un eje central de
orientación estratégica, se proponen los siguientes aspectos que se deben
incorporar en el PEI con fines de crear y forjar una Escuela para Todos y
Todas. Veamos:
a)
La revisión y análisis de los sustentos legales que promueven la inclusión
en las instituciones educativas con fines de promover el cambio con argumento y
respaldo normativo.
b)
La incorporación de los elementos dinamizadores de los objetivos
estratégicos del PEL y PER que promueven el alineamiento y la concreción, al
2021 del primer objetivo estratégico del PEN, “Oportunidades y resultados
educativos de igual calidad para todos”, sobre todo.
c) La actualización del diagnóstico
situacional de la localidad y de la I.E. para contar con elementos informativos
referidos a la demanda de atención a estudiantes con NN.EE., las formas de
diversidad existentes en la localidad, centros de apoyo y atención
correspondientes y otros que sean necesarios contar para concertar convenios y
posibilitar relaciones interinstitucionales. Así se sigue lo propuesto por
Hargreaves y Fullan (1997): “Es prioritario lograr que las escuelas se
relacionen de forma diferente con los padres/comunidad, la tecnología, la
política del Gobierno y formen alianzas con otros colegas, las universidades,
el mundo de los negocios, etc.”
d)
El análisis y evaluación del proceso y avance del PEI para verificar el
cumplimiento de sus objetivos y metas y para considerar el reajuste de sus
componentes de identidad (visión, misión y valores institucionales) acordes con
la existencia de la diversidad y su atención a ella.
e)
La redefinición de las propuestas de gestión y pedagógica en el marco de
atención a la diversidad como eje central de la Escuela para Todos y Todas.
f)
La revisión y reajuste del PCIE, como tarea nuestra como docentes, para
dirigir nuestras labores en el aula en sintonía con nuestro PEI, PEL, PER y
PEN.
Como se aprecia, todo esto supone, desde el inicio una
verdadera reculturización institucional pues precisamente, en mérito a ofrecer
calidad y equidad en nuestra labor debemos de inducirnos en la “… transformación
de los hábitos, habilidades y prácticas…hacia una comunidad profesional más
amplia, centrada en lo que los estudiantes están aprendiendo y en las acciones
que deberían llevarse a cabo para dar respuesta a las necesidades o problemas
que tienen” (MED; 2012).
Es decir, la tarea implica asumir que la educación que
damos debe ser, a decir de la UNESCO, para el respeto, para la equidad e
igualdad de oportunidades; todo esto con pertinencia.
Finalmente, es importante considerar la sostenibilidad
de esta transformación. En base a ello será importante proponer el cambio de
forma gradual o en niveles progresivos de construcción. No se trata hacer un
cambio de un día para otro. Echeita (2001) nos advierte de ello: “… avanzar
hacia “la inclusión” implica una necesaria intervención sostenida en distintos
niveles, con una clara comprensión de los propios procesos de cambio y de la
orientación que debemos dar a nuestro compromiso por aquello que merece la pena
en la educación”.
NOTAS:
·
MED (2012) Curso virtual “Educación
inclusiva para personas con discapacidad”. DIGEBE. Lima
·
MED (2012) 4RESOLUCIÓN MINISTERIAL Nº
069-2008-ED, Directiva Nº 01-2008 VMGP “… La institución educativa inclusiva es
la institución de Educación Básica Regular, Básica Alternativa o Educación
Técnico-Productiva que atiende estudiantes con NEE asociados a discapacidad
leve, moderada o a talento y superdotación garantizando su acceso, permanencia
y éxito escolar…”.
·
Enfoque que toda escuela inclusiva debe
considerar según Ainscow,1999; Glnè, 2001 y otros.
·
Valentín Martínez- Otero, Doctor en
Psicología y en Pedagogía y profesor de la Universidad complutense y del Centro de Enseñanza Superior
Don Bosco (puede revisar su artículo “La cultura escolar” en http://comunidadescolar. educación.es/727/tribuna.html
Tiene muchísima razón. Una propuesta de cambio institucional con toda la comunidad educativa a través del Proyecto Educativo Institucional, un miramiento al Proyecto Educativo Nacional y las ganas de asumir retos para la diversidad, le harían mucho bien al país.
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